Conocí AFM en 2020 a través de una joven voluntaria que encendió en
mi corazón el deseo de ser parte de un proyecto tan grandioso, llevar
un mensaje de esperanza y desenvolvimiento a los pueblos no
alcanzados en los lugares más remotos del planeta. Desde entonces, he
contribuido para el soporte de varios proyectos. Recientemente, tuve
la alegría de ser aprobada como misionera en formación, donde estoy preparándome para mi primer proyecto transcultural. ¡Quiero invitarte a ti también a ser parte de esta cadena de bien!