Dios es bueno todo el tiempo, todo el tiempo Dios es bueno.
Estoy sirviendo aquí en las montañas de Filipinas. Entre muchas actividades que realizo, auxilio a mi líder de forma muy próxima, y ha sido un placer aprender con ella. El campo misionero enseña muchas lecciones, algunas duras de ser aprendidas, pero todas siempre útiles y marcantes. Quiero llevar para toda mi vida el deseo de servir y la humildad de aprender con los otros a mi alrededor. Tú puedes ser un misionero aquí conmigo por medio de tus donaciones, así como en el libro de Hechos, toda la iglesia era unida en un único propósito, nosotros también debemos ser unidos para juntos alcanzar a más personas.