Todo cristiano nace en el reino de Dios como un misionero. Ese es mi deseo también. Conocí el amor de Dios a través de mi familia y mi propósito es transmitirlo a otras personas en lugares que aún no han sido alcanzados por este evangelio.
Tú puedes participar conmigo a través de tus oraciones y de tu contribución
financiera. Estaremos juntos sirviendo a Dios en Camboya, en el sudeste de Ásia, donde muchas personas necesitan conocer del amor de Dios.
¿Vamos juntos a alcanzar a los no alcanzados? ¡Dios
te llama a ti también!